La realidad de la enfermedad que atraviesa a todas las etapas de la vida humana, ya que afecta a niños desde le vientre de la madre o ancianos, por marcar los dos polos entre los que oscila nuestra vida peregrina en este mundo, es una realidad que esta sociedad trata, inútilmente, de ocultar, es a lo que la Iglesia invita a todos sus hijos a considerar.  
La enfermedad no es solo biológica, sino síquica y la mas ignorada, aunque desde la fe cristiana la que da sentido a toda la realidad, la vida espiritual, concebida como vida que se realiza desde nuestro Bautismo bajo la guía e inspiración del Espíritu Santo, Espíritu del Señor que nos conduce hacia la Vida Eterna. Cualquiera de estas realidades que se desatiende, desatiende a toda la persona humana, con el perjuicio que conlleva y que muchas veces se ve con repetida realidad en el diario vivir.
Los obispos responsables de la Comisión Episcopal para la Pastoral de la Salud, en su mensaje para este año nos hablan de las “Medicinas de Dios”: son el sacramento de la Confesión o Reconciliación, por el que nos reconciliamos con Dios y con la Iglesia, recobramos la paz y nos sanamos espiritualmente; el sacramento de la Unción de los Enfermos, que sana el alma y el cuerpo, ayuda a asumir las enferemdades desde la fe y prepara a esperar con serena confianza el abrazo del Padre Dios, y al Comunión, el encuentro con Jesús Eucaristía, alimento del hombre peregrino que nos da la vida.
El Equipo de Pastoral de la Salud, un grupo de laico de la Parroquia, junto al sacerdote, como el Pastor que busca la oveja perdida o la mujer que revuelve la casa para encontrar la dracma (moneda) perdida (Lucas 15, 1-10) recorre la comunidad para llevar las “Medicinas de Dios” a muchas personas. Algunas han recibido estas medicinas y se han preparado convenientemente a su partida hacia el Padre. Otras han vuelto a recibirlas después de mucho tiempo. Otras han alcanzado un anhelo escondido en sus corazones: la comunión.
El domingo en la Misa de las 20,00 hs. Todas las personas que padezcan alguna enfermedad pueden acercarse a recibir la Unción de los enfermos y las personas mayores de 65 años también. Los esperamos. Padre Carlos

“Siempre ten presente que…
La piel se arruga, el pelo se vuelve
blanco, los días se convierten en
años…Pero lo importante no cambia;
tu fuerza y tu convicción no tienen
edad. Tu espíritu es el plumero de
cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, hay
una de partida. Detrás de cada logro,
hay otro desafío. Mientras estés vivo,
siéntete vivo.
Si extrañas lo que hacías vuelve a
hacerlo. No vivas de fotos amarillas…
sigue aunque todos esperen que
abandones.
No dejes que se oxide el hierro que
hay en ti. Haz que en vez de lastima
te tengan respeto. Cuando por los
años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el
bastón. Pero nunca te detengas!!!
           Madre Teresa de Calcuta