Leemos en el libro de los Hechos, cuando el primer Pedro estaba en prisión: “Mientras Pedro estaba bajo custodia en la prisión, la Iglesia no cesaba de orar a Dios por el”.

Todas las épocas-con mayor o menor intensidad-y todos los Pedro de la historia, han estado y están bajo custodia. Aquella primera vez, y no la única, han estado en prisión; se les ha dado muerte, se los ha cuestionado permanentemente por las enseñanzas que han dado desde su cátedra; se los difama, se les exige como a nadie y muchas veces se los carga de responsabilidades y culpas solamente por el rechazo a su figura o a la fe, pero carente de fundamentos serios o han atentado contra ellos, como paso a Juan Pablo II últimamente.

Pero, además, esta “la preocupación cotidiana: el cuidado de todas la Iglesias”. (II Corintios 11, 28). Es en esta tarea pastoral que el Papa debe cuidar la fe de los fieles, mediante un ejemplo de vida personal, la enseñanza de la fe-desde hace mucho tiempo todos los miércoles brinda una catequesis que hoy se sigue por muchos medios en el mundo-, acercarse con humildad al dialogo ecuménico con las otras iglesias cristianas y los distintos credos, la relación con los distintos estados en el mundo, la preocupación y los gestos de ayuda caritativa permanente a las situaciones de catástrofe o necesidad urgente que surgen en el mundo y, por si fuera poco,  las distintas preocupaciones por hablar y corregir hacia el interior de la misma Iglesia.

El mismo Francisco al ser electo para tan alta misión ha pedido a toda la Iglesia: recen por mí. Por eso el día sábado, especialmente, ya que todos los días la Iglesia en el mundo entero reza por el Papa, “con un solo corazón y una sola alma” estaremos unidos clamando al cielo la gracia de la fortaleza, la sabiduría y la humildad que necesita el Papa.

Pero es evidente, además, que este Papa para los argentinos no es uno más. Es fruto de nuestra Iglesia argentina, es un compatriota, lo conocemos más que a ningún Papa en la historia, y sabemos de su humildad y servicio como pastor en nuestra patria. Con un ejemplo cierro esta nota:

Las Iglesias evangélicas hicieron un encuentro en el Luna Park, al cual fue invitado el entonces Cardenal Bergoglio. El se apareció como uno mas entre tanta gente. Al detectarlo lo hicieron subir al escenario,  porque el grupo de pastores quería rezar por el e imponer sus manos sobre el Arzobispo de Buenos Aires. El lo hizo y al llegar al centro del escenario se arrodillo delante de ellos para recibir la oración de sus hermanos cristianos.

El día de san Pedro toda la Iglesia reza por Pedro, por Francisco, entre nosotros por el querido Jorge Bergoglio, elevado por gracia de Dios, a conducir la Iglesia en el mundo con gestos y vida como el que comentamos. P. Carlos

Nota: invitamos a los fieles a rezar por el Papa Francisco el sábado a las 18,00 hs. en el Templo parroquial, una hora santa para unirnos a toda la Iglesia que en el mundo reza por Francisco.