Carlos Dreessen, Secretario de Gobierno municipal, explicó los motivos del envío de la nota al Concejo Deliberante para su lectura, repudiando la exhibición de las fotos de los abuelos en el asilo. “No hubo mala intención en el envío de la nota, vimos dos hechos cuestionables: una es la exposición malintencionada de las fotos. La intención era sacar lo más bajo, lo más sucio de la política, tratando de sacar rédito político. La otra, no haber leído la nota. Enviamos una nota al presidente del Concejo para que sea leída, repudiando el hecho. Si algo me gusta a mí es el debate del concejo, me parece que el concejo es de los órganos más representativos de la democracia. No se debe acallar ninguna voz”.
En cuanto a la no lectura de la misma, expresó que “el presidente la consideró improcedente. Debería haberlo dejado sentado en la sesión. La nota se ajusta a los reglamentos, ingresó con antelación, no es agresiva, sólo manifiesta el repudio. No hay razón por la que no se lea. No se debe acallar ninguna voz. Por ello, ayer enviamos otra nota, por el incumplimiento de reglamento por parte del presidente del concejo. El presidente debe representar a los dos bloques, debe ser imparcial. Debería haberle dado lectura a la nota, no esconderla ni cajonearla. Debería leer el reglamento, ponerse los pantalones largos. Tomó una actitud dictatorial al no leerla. En algunas cosas parcializa, y en otras está mal asesorado”.
Por último, aclaró que “la calefacción no se arregló por el pedido de informes, eso es una pavada, sino por el plan que estaba organizado desde obras públicas”.